Pioggia

Hay ciudades que con la lluvia, deprimen. Que te dan ganas de meterte en la cama hasta que salga el sol. Hay ciudades que con la lluvia se vuelven incómodas e insoportables.

Florencia, está particularmente bonita cuando llueve. O tal vez soy yo, que la tengo idealizada y aunque llueva o truene, me parece mágica. Lleva unos días que llueve sin descanso y dicen, que está llegando el frío. Digo dicen, porque yo aún no lo he notado. Será que recuerdo el frío invierno del Erasmus 2010-2011 y me parece, que aun queda mucho frío por llegar.

Diciembre asoma ya. En las calles se empieza a notar ese aire di "natale" que a mi particularmente me encanta. Los adornos han comenzado a alumbrar las calles por la noche, y espero que dentro de poco, el gran árbol de navidad... vista la Piazza del Duomo.

Cortona

La semana pasada estuve de visita por Cortona, para hacer una pieza para las prácticas. Yo iba a mirar, la verdad. Solo por ver un poco de ese pequeño trozo de italia, merece la pena. Una joya Toscana, que hay que conocer. Muchos recordarán Cortona de la película "Bajo el sol de la Toscana", de Diane Line Sandra Oh, Lindsay Duncan y el guapo e italianisimo, Raoul Bova. En la cinta americana, no se ve, ni siquiera la mitad, de lo bonito que es Cortona. Un pueblo bastante pequeño, lleno de calles estrechas en las que me imaginaba a mi madre, fotografiando cada rincón. La niebla nos dio la bienvenida desde la salida de Florencia prácticamente, y aun así, el frío y la niebla le daba un carácter especial. Sin duda, es un lugar al que ir, perderse y dejarse conquistar un poco.

Las prácticas continúan a darme satisfacciones. Será porque he encontrado gente que de verdad, merece la pena. Y creo que estoy aprendiendo a un buen ritmo, aunque siempre tenga esa sensación de que puedo dar aún más de sí.

Entre tanto, los planes semanales aumentan. No hay día que no tengamos algo que hacer. Los martes se han casi convertido, en el día dijo para ir al cine. Los fines de semana... bueno, los fines de semana, nos divertimos mucho.

Paseos por el Oltrarno en domingo, en buena compañía en los que pasamos de conversaciones profundas a reír de chorradas.

Aquí me siento en casa, pero ya va siendo hora de que lleguen las navidades. De poder achuchar a Hugo hasta que se queje, comer pescado en casa de mis abuelos y hacerle compañía a mi madre en la cocina los domingos.

Marta M.