martes, 23 de noviembre de 2010

Con María y Vir, Giorno due...

El Viernes 19 de Noviembre, también dio para mucho. Sé que a muchos os sonará la fecha... pues sí, es el día del cumpleaños de María F.F. Como era de esperar, lo celebramos el jueves por la noche y el Viernes para finalizar la jugada.
Cuando nos levantamos el Viernes como si una apisonadora nos hubiera pasado por la cabeza, comimos, nos dimos una ducha (por si hacía un milagro y nos devolvía el buen cuerpo... ), y nos encaminamos a ver algo de la ciudad. 
Hicimos el recorrido de siempre, que ya me sé de memoria... obviamente estaba la tarde gris y fría. Bajo la lluvia recorrimos el Duomo, Santa Croceil ponte vecchio.... y vuelta a casa para comprar el botellón. Paramos en el Conad, supermercado de visita obligada si quieres comprar el Bombay Zaphire por 9'58 €. 
Estando en el súper, Nacho y yo tuvimos que hacer malabares para comprar la "tarta" sin que doña María se diera cuenta. Porque claro, era su cumpleaños, y además de obligarnos a comprar pollo para cenar... ella tenía que soplar las velas y quería una tarta. Cosa que ya había pensado, para darle una sorpresa... pero no sabéis (algunos si lo sabrán) lo persistente que puede llegar a ser esta mujer... 
Y nada, después de engañarlas un poco, Nacho salió con el pastel sin que ellas se dieran cuenta.... y nosotras por detrás con Ginebra para el botellón y pollo asado para la cena.

Un par de horas después... comido el pollo (María quería a toda costa que pusiéramos alguna vela en el pollo...), sacamos el Panettone con las velitas y cantamos un buen Cumpleaños Feliz, en toda regla. 
Arregladas y con el botellón en mano.. nos dirigimos todos hasta el Porcellino, para continuar con la Ginebra. Al principio parece que nos costaba, por eso de que estábamos aún de resaca... pero como dice la sabia de mi madre "el comer y el rascar es todo empezar.. ", pues ea, lo mismo con el beber. La botella de Ginebra duró más bien poco. Por ello, Virginia y yo, empeñadas en hacer honor a la cumpleañera... bebimos ron de nacho, vino blanco ... y no sé que más! Con este coktail en el cuerpo y después de que ambas extremeñas conocieran a más Erasmus nos encaminamos como si de un ejército se tratara (creo que íbamos como unos 35), llegamos al Closer una vez más... (teníamos que amortizar los 6 euros que costaba hacerse la tarjeta del año..).
El viernes había bastante gente y como íbamos un poco contentillas y las copas son a 5 euros, pues viva la pepa de puerta real....a cierta hora, después de desfasar un poco por el Closer, conocer a medio after y demás... (el demás incluye, los gritos al Dj, las entradas de ambas en la cabina del mismo, las sonrisas a las camareras a ver si nos rebajaban algo, el inteto de hablar italiano de María, etc.. ). 
Pues, después de eso, vemos a Virginia que tiene un color extraño y en lugar de tener la cabeza sobre los ombros.. le cuelga. Visto la cara de esta mujer decidimos que la noche acababa (y no estaba mal pues eran como las 6 a.m). Imaginaos lo que hizo Vir al salir del local, yo omito la descripción por si hay algún alma aprensiva por aquí. Dado el estado de dicha persona llamamos a un taxi.. (a María mientras le dieron otra cebolla, el chino del restaurante de al lado... no sé que le estaría diciendo).
Una vez en el taxi la cosa se puso fina. El taxista que casi no nos lleva porque no se fiaba de la pulcritud de su vehículo acabada la carrera. Una vez que lo convencimos, Virginia tuvo que ir delante... Nacho haciendo malabares desde la ventana trasera para sujetarle un poco la cabeza (María y yo no estábamos para ayudarla mucho tampoco).
En todo este recorrido que creo que no fueron más de 5 minutos en el taxi, a María le dio tiempo de cantarselas al taxista como hace de costumbre. Le toco el pelito (el taxista no era para nada un italiano agraciado, majo, pero no guapo.. tengo que aclarar) mientras el pobre señor intentaba conducir, María decía.. "jope que pelo más suave tiene señor.. ", y yo intentando explicarle en italiano que es que ella, tenía esta costumbre también en la capital hispalense. Y ella como no, buscaba la manera de comunicarse con él en italiano, sin mucho éxito... "
Llegamos a casa, algunos con una sudadera y una mano para lavar... (pobre Nacho). Yo me quede con Virgi en casa mientras Nacho y María iban a por bocadillos.
Y otra noche de locura, pero sabéis lo mejor... qué puede decir una señorita por la mañana después de semejante desmadre.. ¿quiero morir?, ¿maldita resaca?, ¿tía me duele la cabeza..?, ¿no me acuerdo como llegué a casa? ... Eso lo diría alguien normal. Pero no, Virginia abrió un ojo y lo primero que dijo fue... QUIERO VOLVER A SALIR....

En breve, el día 3...

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