domingo, 31 de octubre de 2010

Settimana di incontri, settimana di viaggi... settimana di amici

No he escrito antes las "batallitas" de esta última semana porque realmente se merece que me pare a contaros bien todo lo que ha pasado.

PARTE 1- ROMA

El jueves 21, me fui a Roma con un viejo amigo. Nos encontramos en la estación ferrroviaria Termini, no nos veíamos desde hacía casi 2 meses, pero Juan... la verdad es que estas igual que siempre.
La cosa no podía empezar de otra manera. Como Termini, es una espiral de turistas y romanos que van y vienen y no te hacen ni puñetero caso... preguntar hacia donde te puedes dirigir es casi tarea imposible. O te buscas tus mañas para encontrar el camino o te mueres de asco.
Aun así, Juan y yo nos las arreglamos para encontrar a un amable señor de trenitalia que nos indicara cual era el próximo tren para Ciampino... el susodicho señor de trenitalia nos dijo amablemente que en el andén 25 (que estaba dónde el señor perdió el mechero.. pues algo más al norte.. ), con destino a Civittàvecchia hacia parada en Ciampino. Pues ale, como salía el tren en pocos minutos, fuimos a toda prisa al andén correspondiente que como he dicho estaba bastante lejos.. y nada que allí nos montamos. 
Pues nada, Juan y yo que hacía tiempo que no nos veíamos nos liamos a hablar un buen rato.. hasta que nos percatamos que el tren que habíamos cogido, no tenía mucha pinta de parar en nuestro destino.
Nos bajamos a prisa en una estación de la cual ni recuerdo el nombre, y.. ¿cuál fue la sorpresa?, pues que nos encontrábamos en un pueblo "fantasma" donde no volvía a pasar un tren hacia Termini hasta las 5 a.m (y eran las 10 p.m) y que para más guinda del pastel, estábamos a 50 km de Roma.... 
Total que otro amable señor que se encontraba por la estación nos dio el numero de taxi, porque claro en ese pueblo no había hostales, hoteles o nada que empezara por H y que tuviera camas para pasar la noche.
La gracia le costo a Juan 100 € de taxi y una bonita anécdota del primer día. Una vez llegados al Hotel... el resto del viaje, he de decir que fue sobre ruedas. 
Yo me lo pase de lujo, hablando y recordando mil anécdotas... y por supuesto con el maravilloso escenario que es Roma.
Vimos el Colloseo, La Fontana di Trevi, Piazza Spagna, Piazza del popolo, una inigualable Piazza Navona y un largo etc, porque lo vimos todo todo y bien. De hecho entramos hasta en algún que otro museo que podíamos haber evitado.
Los días por Roma acababan y Juan tenía que regresar a sus obligaciones militares. Y yo como soy Erasmus, pues para que iba a volver a Florencia... pudiendo ir a ver a otro amigo.

PARTE 2- TERAMO (está en el Abruzzo... para aquellos que no sepan ubicarlo)

El viaje a Teramo fue largo, pero sin muchos incidentes. Solo las interminables horas de espera en tierra de nadie que me pase sola, mientras salían los trenes.
Una vez llegué, me encuentro en Pescara, sola. Pero para eso tengo a mi gran amigo Rafa, que cogió junto con otro loco teramano un coche de alquiler que tenían que devolver al día siguiente y se plantaron a recogerme en Pescara.
Otra gran alegría de ver a otro amigo... que sabía de sobra, también me recibía con ganas. Una vuelta por Pescara buscando algo de comer, para descubrir que Marcos (ese loco Teramano que en realidad es de Cáceres) iba en babuchas... Acabamos cenando en un chino la mar de pintoresco, muy barato y todo delicioso.
La llegada a Teramo fue de lo más entretenida. En una noche me bebí como 2 litros de cerveza, charlando con Rafa y contándonos mil cosas que habíamos hecho en nuestros respectivos destinos erasmus... pillé una bastante agradable, que por la mañana no lo fue tanto. De hecho, no pude beber al día siguiente más que una mísera cerveza después de ver Teramo... y unas pocas por la noche antes de cenar. Porque después de conocer a otros pocos locos y simpáticos amigos de Rafa y ponernos bastante pintones a base de birra... fuimos a cenar a un puestecito de hamburguesas y varios del cual casi no salgo con vida.. (soy demasiado bestia comiendo a veces, y después de esa comilona.. solo podía dormir.
Así fueron pasando los días en Teramo, cada cual más infames que el anterior.. y es que con Rafa no podía ser de otra manera. Los amigos que se ha buscado allí son la leche, no tienen desperdicio. Han juntado allí al hambre con las ganas de comer.... 
Aunque estaba allí muy a gusto, y probablemente la próxima vez que vuelta será para una semana completa, el miércoles era día de volver.... pero me comieron todos el tarro y me quedé hasta el Jueves. 

El viaje de vuelta.. es otro cantar. Volvía a montarme en el tren equivocado. 
Gracias a mi ipod que tenía una hora menos de reloj.. estuve en el andén justo, a la hora equivocada. Con lo cual, paso el tren... y me subí. Camino a Ancona y yo sin saberlo.
La cara del revisor cuando le di el billete no sé si era peor que la mia, cuando me dijo... "ma.. ragazza, perchè hai presso questo treno... ". Me explico el asunto y no sabía si reir o llorar, pero con una gran sonrisa le explique que soy así de gili y que me había equivocado. 
Por eso me ayudo un poco a salir del atolladero .. (debo añadir que el revisor era un joven apuesto.. de los que no quedan.. ), me indicó que podía coger el enlace hasta Bolonia al llegar a Ancona, que llegaba a tiempo.
Pues, llegamos con retraso a Ancona... porque los trenes en italia son así. Pero por eso mismo como son así... pues el enlace allí llevaba esperando cosa de 40 min a que llegáramos... Me subí en un momento, aunque antes me aseguré bien de que ese tren iba a Bolonia.
A Bolonia como no, llegamos con retraso.. y ese último tren que tenía que coger no esperó. Y así me hallé... tirada en Bolonia si no hubiera aparecido mi ángel de la guarda. Porque yo previsora, fui informado de tanta serie de catastróficas desdichas a mis compañeros de piso. Y Ana que tiene amigos en Bolonia para parar un tren, mando a Darío (su amigo) a recogerme. Este muchacho me salvó de una fría noche en la estación de Bolonia... a la agradable hora de las 5'15  de la mañana cogía el tren que me traía por fin a casa.
Nada más entrar en el tren empece a temer que tampoco iba a ir bien la cosa. Era un tren nocturno, muy molón.. pero Alemán, donde todos los trabajadores no tenían ni idea de italiano (yo obviamente no he aprendido aún el alemán.. aunque estoy en ello, "danke"). Ninguno sabía decirme si ese tren era el que iba a Firenze.. y dónde podía sentarme, ya que solo había vagones con camas.... 
Al final, no volvía a liarla, por mis propios medios y sabiduría encontré la cafetería dónde te podías sentar... y a las 6 a.m llegué a mi amada Florencia.... 


PD: lo sé, soy muy parda para equivocarme de tren... pero lo hago queriendo, tengo que tener anécdotas que contaros... si no, que gracia tiene todo esto... 

3 comentarios:

  1. Espero que cuando yo vaya para Italia ya sepas de memoria los números de trenes, sus horarios y sus destinos...y sobre todo que pongas el reloj en hora. Por cierto aqui anoche se cambio a una hora menos, ¿alli es igual?

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  2. Yo controlo todo, lo que pasa que tu sabes que estoy paja la mayor parte del tiempo... y se me va la pinza!
    Si si, aqui es lo mismo.. ya tengo los relojes en hora o más o menos. Espero ser una buena guía para que no te metas mucho conmigo, que nos conocemos... menos mal que venís los últimos y ya tendré práctica!!

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  3. Asi que de Badajoz eh? la madre que te pario martita. El loco teramano con babuchas es de Cáceres!! jjeje sigue ahi, dándole caña al blog, que esta guapo. Un besito y nos vemos por teramo.

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