lunes, 28 de febrero de 2011

VENEZIA

Tengo aún muchas cosas pendientes que contar, pero la ocasión merece que me adelante a lo demás.

Con motivo del Carnaval Veneciano decidí visitar la ciudad por esas fechas, obviamente también aproveché que se encuentra allí de Erasmus un paisano Isleño. 
Venezia me recibió con un sol espectacular. El sol reflejaba en el agua de una forma increíble, los canales parecía de un verde intenso. La primera impresión nada más salir de la estación es imposible de explicar. Había gente por todas partes, niños disfrazados, turistas en masa que se movían sin tregua de un sitio a otro. 
En cuanto este amigo me recogió fuimos camino a su casa para comer. Una buena tortilla de patatas me tenía preparada para el recibimiento, después del atracón a patear Venezia.

Empezamos paseando por Santa Margherita y tomando un rico capuccino por allí cerca. Terminando el café llamé a mis amigos de Florencia que habían hecho la locura de coger el tren nocturno hacía Venezia, para volverse a las 3 de la mañana. Aprovechando que teníamos guía, los llamé para que se unieran con nosotros a la visita. 


Acabamos montados en Góndola. Una experiencia que mira, por diez euros merece la pena hacerlo una vez en la vida. Los paisajes que se veían desde la Góndola no tenían precio.



Después de ese relajado paseo, llegamos a la Piazza San Marco, otra sensación única al entrar en esa plaza. Estaba repleta. Gente, gente y más gente. Disfraces espectaculares y otros no tanto, bullicio, música, máscaras y felicidad.
Nuestra alegría duró poco al ver la hora. Mis amigos, los del tren de la madrugada tenían que volver a la estación porque no sabían a que hora tenían trenes. La opción más rápida era obviamente ir con un pequeño cohete en el trasero... Y así fue. Cruzamos Venecia a una velocidad inexplicable porque con la gente que había era casi imposible dar dos pasos seguidos sin pararse. Creo que si yo viviera allí por 6 meses, me seguiría perdiendo con una facilidad espasmosa... Llegamos a punto de shock. Ellos al final tuvieron que esperar en la estación unas cuántas horas.
Una aportación que acaba de darme Cris ti na ... "Ellos al final tuvieron que esperar en la estación unas cuántas horas"-----> añade: casi murieron, cristina llego a ver la luz al final del túnel....qué frioo marta!!!

Fuimos a comprar el vino para la cena y para el resto de la noche. Una amiga italiana nos esperaba en casa para cenar, porque mi amigo había hecho paella "tipical Spanish".
Después de cenar nos fuimos rapido a San Marco, que era allí donde estaba la supuesta fiesta. La plaza era un hervidero. El concierto tenía a todos los asistentes revolucionados. No eran apenas las 9'30 de la noche y muchos ya iban bastante perjudicados. 
De allí nos fuimos a otra plaza, creo que Santa Marguerita, animadísima también, con un ambiente estupendo.
Me perdí de mi amigo como 9 veces, de gente que había por allí. Menos mal que a Giulia no la perdí, porque sino, si que hubiera estado en apuros. Fui con Giulia de un lado a otro. A mi me llevaban a plazas con bares y mucha música. Para finalizar, acabamos en la típica nave donde se mete todo el mundo a presión para bailar un rato. Cuando digo a presión, es a presión. Bien tuvimos que empujar para entrar y es que en eso, si nos parecemos los españoles a los italianos, ¡que nos gusta empujar para entrar en los sitios!...
Mi amigo apareció como una hora después y poco rato más allí decidimos volver a casa. 

Dormida la mona, el día siguiente fue algo peculiar. Mis pies no podían dar dos pasos seguidos sin que sintiera un dolor tremendo. Solo dimos un pequeño paseo por la mañana intentando ver algo más de ambiente. Volvimos para comer y yo caí rendida en su magnifico sofá... Tres horas después decidimos salir de casa, yo tenía que hacer un gran esfuerzo para no llorar de lo que me dolían los pies, pero no iba a quedarme en casa teniendo a Venecia ahí fuera. 
Salimos a casa de unos amigos a ver que se cocía por allí. Lo que vimos fue... en fin, que mejor nos fuimos. Estaban todos algo perjudicados y como nosotros estábamos más frescos que una rosa decidimos buscar otro tipo de compañía (sin desmejorar la presente, espero conocerlos pronto). 
Nos encontramos con otras amigas italianas de mi paisano. Con ellas vimos otro concierto que había en una de las plazas (perdonad la falta de nombres claros, pero es que prefiero no poner el nombre a ponerlo mal.. ). Muchas cervezas, bailes y un ambiente de carnaval inmejorable.... 

Tengo que volver a Venezia!

PD: gracias Rafa por la atención recibida

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